Momentos de Liderazgo #60 – Cuando tu jefe es un huracán que cambia de rumbo cada minuto.
Si te ha pasado algo similar, sabrás lo frustrante que es. La pobre María se sentía atrapada en un tornado de indecisiones y desorden. Pero en lugar de lanzarse al drama y escribir su renuncia en mayúsculas, María se puso creativa y organizó reuniones semanales para aclarar las prioridades del equipo. Al principio, su jefe odiaba la idea (porque, claro, algunos jefes prefieren el caos como estilo de vida), pero al final se dio cuenta de que las reuniones eran la mejor manera de obtener resultados.
Spoiler alert: María no intentó cambiar a su jefe. Sabia decisión. Buena suerte si lo intentas, porque cambiar a alguien así es como tratar de detener un huracán con un paraguas. María fue la chispa que transformó el caos en resultados.
Tips Líder de Cambio.
Desde la perspectiva del líder..
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No cambies a las personas; cambia el entorno
Ser un líder de cambio no significa tener una varita mágica para modificar a los demás. María no se rompió la cabeza intentando cambiar a su jefe. Lo que hizo fue transformar el entorno de trabajo, organizando reuniones semanales para traer claridad. Recomendación: como líder de cambio, cuando te enfrentes a un jefe inestable, no pierdas tiempo tratando de modificar su comportamiento. En lugar de eso, establece estructuras claras, como reuniones periódicas o herramientas de seguimiento, que traigan orden al caos. El entorno moldeará los comportamientos. - El liderazgo surge desde cualquier lugar
María no tenía un título de “jefa”, pero no dejó que eso la detuviera. ¿Qué hizo? Tomó la iniciativa y, sin esperar que alguien le diera permiso, propuso una solución. Recomendación: cuando las cosas no funcionen, no esperes a que “alguien más” tome el control. Si ves un problema, ¡actúa! Como líder de cambio, el liderazgo no es jerárquico, es actitudinal. El poder de cambiar el rumbo está en tus manos, no en tu puesto. -
La constancia vence la resistencia
Al principio, su jefe odiaba la idea de las reuniones. ¡Normal! A nadie le gusta cuando le quitan su caos querido. Pero con el tiempo, María demostró que las reuniones traían resultados. Y ya sabes, resultados = éxito. Recomendación: como líder de cambio, la persistencia es clave. No te desanimes si tu idea no es bien recibida al principio. La clave es mantener el enfoque y demostrar con hechos, no palabras. Eventualmente, los resultados hablarán por ti.
Tips Líder de Cambio.
Desde la perspectiva del Colaborador..
- La claridad es tu mejor arma
La falta de claridad en las prioridades puede volverte loco. María lo sabía, y por eso organizó reuniones para aclarar lo que debía hacerse. Recomendación: si te sientes desorientado, no esperes que la claridad llegue por arte de magia. Toma la iniciativa de pedir o crear espacios para definir prioridades. Como subordinado, puedes proponer estas reuniones de revisión o utilizar herramientas como listas de tareas compartidas para tener una visión clara. - No luches contra lo inevitable
Intentar cambiar a tu jefe es una tarea ingrata y agotadora. Si estás en una situación como la de María, no pierdas tiempo peleando contra la naturaleza impredecible de tu jefe. Recomendación: en lugar de resistirte, adapta tu forma de trabajar para que las prioridades cambien lo menos posible. Usa herramientas de gestión de proyectos que te permitan reorganizar tareas de manera fácil y rápida, como Trello o Asana. -
Céntrate en los resultados, no en el proceso
A veces, el caos es inevitable, pero los resultados son lo que realmente importa. María lo sabía, y por eso propuso un sistema que asegurara que, a pesar de los cambios, las cosas avanzaran. Recomendación: si estás lidiando con prioridades que cambian constantemente, enfócate en lo que puedes controlar: los resultados. Haz un seguimiento de tus logros y asegúrate de que, aunque las prioridades cambien, sigas mostrando avances concretos.
Si María realmente viviera la filosofía de un líder de cambio, seguiría haciendo lo que ya hizo: actuar sin pedir permiso. En lugar de quejarse o esperar que su jefe finalmente “se ponga las pilas”, ella creó el orden dentro del caos. El verdadero liderazgo es eso: transformar el entorno en lugar de esperar que las circunstancias cambien por sí solas.
Además, María habría adoptado una mentalidad aún más proactiva y resiliente. Si su jefe cambiara las prioridades 10 veces más, María seguiría creando sistemas más fuertes y flexibles para adaptarse. Como líder de cambio, sabes que el entorno siempre está cambiando, pero en lugar de ser víctima de esos cambios, te adaptas, creces y encuentras nuevas formas de liderar el camino.
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