Momentos de Liderazgo #56. Cuando el líder debe gestionar un conflicto interno.
Ah, Laura, en medio de una “guerra fría” dentro de su equipo, y todo por una diferencia de opiniones que se fue de las manos. Dos miembros clave que preferían evitarse antes que hablar. ¿Qué pasa cuando los soldados se niegan a luchar juntos? Exacto: el equipo entero se tambalea. Pero como buena líder de cambio, Laura decidió no quedarse mirando desde la barrera. En lugar de esperar a que la tensión se resuelva sola (spoiler: nunca pasa), Laura organizó una reunión, facilitó una conversación honesta y, después de varias horas de diálogo, logró que estos dos guerreros encontraran un terreno común. Resultado: el equipo volvió a trabajar como una máquina bien engrasada. Vamos a sacar las lecciones para líderes y subordinados de este dramón y ver cómo aplicarlas.
Tips Líder de Cambio.
Desde la perspectiva del líder..
1. La intervención temprana evita que los conflictos escalen
Laura no esperó a que la tensión escalara más. Entendió que, en lugar de mirar desde la distancia, debía intervenir y resolver el problema antes de que afectara aún más al equipo. Un líder de cambio sabe que los conflictos no desaparecen solos.
Técnicas y recomendaciones:
- Reuniones de seguimiento regulares: Establece reuniones de seguimiento regulares con tu equipo para detectar tensiones antes de que se conviertan en un problema mayor. Usa herramientas como Trello o Asana para hacer un seguimiento de las interacciones y los proyectos de los equipos.
- Formación en resolución de conflictos: Capacita a los líderes y equipos en técnicas de mediación y resolución de conflictos. Plataformas como Udemy o Coursera ofrecen cursos sobre resolución de problemas que pueden evitar que las tensiones se conviertan en una “guerra fría”.
2. Facilitar conversaciones honestas es clave para resolver tensiones
Laura no trató de evitar la conversación difícil. Facilitar una conversación honesta entre las partes es la mejor manera de resolver conflictos. El liderazgo no solo es gestionar tareas, sino también relaciones.
Técnicas y recomendaciones:
- Técnica de la comunicación no violenta (CNV): Usa la técnica de comunicación no violenta para que los equipos expresen sus preocupaciones sin atacar a la otra persona. Usa plataformas como Miro o Parabol para facilitar estas conversaciones de manera visual y estructurada.
- Reuniones de mediación con terceros: Si la tensión es muy alta, considera involucrar a un mediador neutral. Herramientas como Zoom o Microsoft Teams te permiten organizar estas reuniones de forma eficiente, incluso si el equipo trabaja de manera remota.
3. Un equipo que trabaja en armonía es una máquina bien engrasada
Después de resolver el conflicto, el equipo volvió a funcionar de manera fluida. Un líder de cambio sabe que el trabajo en equipo es mucho más eficaz cuando todos están alineados y en armonía.
Técnicas y recomendaciones:
- Dinámicas de team building regulares: Organiza actividades de team building para fortalecer las relaciones y evitar conflictos. Herramientas como TeamBonding o QuizBreaker ofrecen dinámicas divertidas que ayudan a construir mejores lazos dentro del equipo.
- Feedback colectivo: Implementa sesiones de feedback donde todos puedan compartir sus ideas y preocupaciones. Herramientas como Officevibe o 15Five permiten realizar encuestas anónimas para evaluar el clima del equipo y anticipar posibles tensiones.
Tips Líder de Cambio.
Desde la perspectiva del Colaborador..
1. Los conflictos no se resuelven con silencio, sino con diálogo
Los dos miembros clave que estaban en guerra fría aprendieron que evitarse solo estaba empeorando las cosas. Como subordinado, es fundamental entender que, aunque sea incómodo, el diálogo es la clave para resolver los conflictos.
Técnicas y recomendaciones:
- Práctica de la comunicación asertiva: Aprende a comunicar tus diferencias de manera clara y respetuosa. Usa técnicas como el modelo DESC (Describe, Expresa, Sugiere, Consecuencia) para estructurar tus conversaciones de manera efectiva.
- Encuestas de bienestar y clima: Si no te sientes cómodo enfrentando directamente a la otra persona, sugiere que el equipo use herramientas como SurveyMonkey o Typeform para enviar retroalimentación anónima y expresar tus preocupaciones.
2. El equipo siempre es más importante que las diferencias personales
Los miembros del equipo aprendieron que, si bien las diferencias personales son inevitables, el éxito del equipo depende de dejar de lado esas diferencias y enfocarse en los objetivos comunes.
Técnicas y recomendaciones:
- Objetivos de equipo claros: Establece metas claras de equipo que obliguen a todos a alinearse hacia un mismo objetivo. Usa herramientas como OKR (Objectives and Key Results) y plataformas como io o Perdoo para asegurarte de que todos estén enfocados en el éxito común.
- Reuniones de retroalimentación continua: Propón reuniones de retroalimentación continua donde el equipo pueda discutir los desafíos que enfrentan. Usa Google Calendar para programar estos check-ins y asegurarte de que sean regulares.
3. Resolver los conflictos a tiempo mejora el rendimiento general
Al final, cuando el conflicto se resolvió, el rendimiento del equipo mejoró. Como subordinado, es importante aprender que resolver los problemas de inmediato no solo mejora la relación, sino también el rendimiento general.
Técnicas y recomendaciones:
- Reuniones rápidas de “estado emocional”: Propon reuniones rápidas para verificar cómo se siente el equipo a nivel emocional. Esto puede ayudar a identificar y resolver cualquier problema antes de que se convierta en un conflicto. Usa Slack o Microsoft Teams para estos check-ins rápidos.
- Capacitación en gestión del estrés: Si las tensiones vienen del estrés, es importante capacitar al equipo en técnicas para manejarlo. Plataformas como Headspace o Calm pueden ayudar a los miembros del equipo a mantener la calma y reducir el estrés antes de que escale.
Laura nos mostró que cuando un conflicto afecta a los miembros clave del equipo, la única solución es intervenir de manera proactiva. Como líder de cambio, necesitas facilitar conversaciones honestas y crear un ambiente donde los conflictos se resuelvan rápidamente para que el equipo vuelva a funcionar como una máquina bien engrasada. Y para los subordinados, la lección es clara: el silencio no resuelve nada. La comunicación, la empatía y el trabajo en equipo son esenciales para mantener la armonía y el rendimiento. Así que, la próxima vez que sientas que una guerra fría está en marcha, ¡no te quedes congelado! Habla, resuelve, y vuelve a encender los motores del equipo.