¿Alguna vez has enviado un correo tan detallado, tan lleno de información, que estás segurísimo de que todos lo van a entender a la primera? Pues… spoiler: ¡no lo hacen! Juan lo descubrió de la peor manera. Mandó un correo kilométrico sobre un proyecto súper complejo, y lo único que logró fue confundir a todos. ¿Resultado? Una reunión urgente para aclarar lo que debió haber sido un “nos vemos y lo discutimos”. Clásico error de líder novato, ¿verdad? Porque aquí entre nos, no importa cuántos emojis le metas al correo, a veces, nada como un cara a cara para que todos entiendan qué demonios está pasando.
Así que, mi querido visionario en formación, recuerda: no te la juegues solo con el teclado. Cuando el asunto es complejo, reúnete. A veces es más rápido y menos doloroso que intentar arreglar un enredo digital. ¡Vamos, que evitar malentendidos también es ser un líder de cambio! 😉
- No subestimes la complejidad de la comunicación.
- A veces, una conversación cara a cara es necesaria para asegurarte de que todos estén en la misma página.
- Identifica cuándo es mejor hablar en persona para evitar malentendidos y pérdida de tiempo.
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